dimarts, 22 de febrer del 2011

The pretender.

Puedes arreglarlo diciendo que soy una persona obsesiva que no para hasta que no tiene lo que quiere, o que si no lo consigue lo arregla todo con un: “bah, si en realidad no me gustaba”. Si, soy de esas personas que con una sonrisa te regala más de lo que tu y tus besos le puedas prometer.
¿Sabes? Yo no puedo prometer nada a nadie. No me voy a dejar la piel en esto, ni mi saldo en llamarte a las tantas de la noche para decirte buenas noches princesa. Tampoco viviré de tus besos, ni de tus suspiros, ni de tus sonrisas. No seré el puto novio perfecto y no voy a dejarlo todo por la persona “¿afortunada?” (ya ves tu, como si yo fuera un premio del bingo). No te voy a regalar las rosas más bonitas por San Valentin, conmigo no verás ni una, ni chocolate. Voy a escribir cosas cursis, tal vez demasiadas; pero solo rozaras poesía barata de cualquier otro a la mia.Y aunque esto suene a capullada mía, es tan solo una carta de no-reclamación. No puedo ser lo que un día no prometí, la he cagado muchas veces.


More than words.

dimarts, 15 de febrer del 2011

No pretendo ser.

- Creo que es la primera en cuatro años que llevo el pelo así de largo, de guarro y vamos a reducirlo en llevar unas putas greñas.
- ¿Y eso?
- Ah nada, que llevo casi nueve meses con una indecisión brutal para hasta incluso levantarme de la cama (¿para qué?) o acostarme (se me escapa tiempo). Llevo nueve meses sin saber si ir o no a cortarme los pelos estos que llevo. Hace nueve meses tenía las cosas más claras que ahora, hace nueve meses no me importo que me dejarán hecho el pelo un asco ni tampoco tener que llevar las gafas medio mes (y de verano). Hace nueve meses ya me hubiera cortado el pelo, es eso.
- Bueno, tan solo es pelo. No te obsesiones.
- El pelo es la excusa. Estoy torpe, pesado, cansado, “aniñatado” (si es que eso existe). Que no me gusto ni un poco, y que la poca ropa que tengo me cansa. Me he acostumbrado a una rutina que (dejando la estúpida rima que va a quedar) me mutila. Hasta una persona en silla de ruedas tiene más aventuras que yo, el tener que hacer esos esfuerzos es algo que se me hace imposible de imaginar en mi. Me levanto tarde, como mucho y a veces demasiado poco. Me cansa hasta lo que me gusta, y no paro de contradecirme. Estoy cansado de todo el mundo (aunque no por eso me ponga borde y deje de lado a los que están ahí). Y no sé, que tampoco quiero darte la charla, tú tendrás tus problemas y seguramente todo esto te parecerá una tontería. Lo siento si a veces te doy la chapa, la confianza da asco. 
¿Quieres que hablemos de tu vida?
- No, ya la tienes muy vista. Si nos hemos puesto a hablar de esto precisamente porqué no he tenido tiempo de secarme el pelo.

dijous, 10 de febrer del 2011

you're beautiful, y yo un jodido cabrón.

Me gustan las canciones deprimentes que te hacen sentir que esto tan solo es el inicio de algo (algo no muy grande, que mi vida siempre ha sido eso: un segundo plano de alguien que no soy yo). Esas que te hacen sentir por unos minutos no tan capullo y te hacen sacar suficiente mierda como para morir por estar vacío por dentro. Tengo un malestar constante, por mi puta culpa y por intentar creer que me merezco algo mejor que encuentros furtivos de noche, a escondidas, con “te quieros” en mensajitos y muriendo de asco al ver que no estas. Me doy pena, mucha pena. Si, por estar riéndome antes y por ahora no poder ni aguantarme por estar triste. Me doy pena porque además no estoy triste, o quizás no del todo. Quizás estoy pensando en que va a suponer volver a estar solo, que como tú no hay más. Que bueno, que soy un niño tonto enamorado que no puede seguir con algo que en realidad es un poco inexistente. Mi vida, es un cúmulo de cosas que se van terminando, y tengo muchísimo miedo de que se acaben todas, que ese cúmulo pase a ser un espacio para llenar. Demasiadas ilusiones, demasiados pensamientos, demasiadas ganas de acabar con esto y que esto no termine nunca. Demasiados demasiados.
¿Quieres oír algo bonito? Pues no me busques, mi voz es irritante, pesada, sulfura y si yo no fuera yo ya me hubiera pegado una paliza.
¿Te acuerdas que siempre te decía que quería que me odiases? Pues es porque quería que tu me dijeras: “Eh enano, que no te aguanto, que me voy. Que ahí te quedas”. Y así yo me sentiría menos capullo de lo que me estoy sintiendo ahora, y tu pensando que ahora estas haciendo bien las cosas.
Aún te quiero, pero no puedo seguir con esto. Lo siento.
Te quería decir que le quites todo lo que va a partir del decir a esta frase.
Y tranquilo que nadie se ha muerto por amor, es más: me han dicho que se respira mejor.

dimarts, 1 de febrer del 2011

Cursilerias que me hacen sentir vivo.

Hablo de primaveras, de nuestra primavera. Hablo de eso que nunca se olvida. Hablo de ti, de nosotros. Hablo contigo y no hablo de nada. Me callo, me muero y no sé, me quedo corto con todo lo que te pueda decir. Quizá tengan razón y uno con quince años no se enamora, pero yo creo que si. A los quince se viven las cosas más fuertes que a los cuarenta, o los treinta. A los quince las cosas duran poco, por esto, porqué las queremos tanto que las rompemos. A los quince nadie es peor, ni inferior ni nada. Y que coño, yo tengo esos putos quince y creo haber estado enamorado y ahora seguir con eso. No digo muchos te quieros, ni se los digo a todo el mundo, es más: quizá jamás casi todos los que leáis esto jamás logréis escucharlo de mi boca. Pero cuando empiezo no paro, no me callo. Soy un matojo de nervios, sin piedad. Arraso con todo lo que me dan, y lo conservo (y no soy un anuncio de anchoas, aunque lo parezca). En quince años me han dicho de todo, y me considero un tío friki, cursi, hortero, impulsivo, que grita mucho, ridiculizador de minus, sonrisón, cutre, vano, pasajero, inconformista, quejica (pero de los que se quejan e intentan poner remedio), desorganizado, caótico, ridículo, malvado, cruel, bueno, solidario, sin mucho sentido del ridículo, con miedo algunos cholos de mi pueblo, difícil de tratar y entender, y bueno: igualito que casi todo el mundo. Supongo que a su manera todo el mundo se siente diferente o cualquiera de las cosas de arriba. Eh, pero que son solo suposiciones. Yo me afirmo a mi todo eso, aunque no me conozca mucho. Y si alguien quiere añadirme algo a la lista que lo diga, no me va afectar mucho. Las cosas que me afectan empiezan, hoy, todas, por la misma letra y es una de las razones que me hacen ser feliz.
¿Libertad? No, demasiadas responsabilidades.

Gracias.