Puedes arreglarlo diciendo que soy una persona obsesiva que no para hasta que no tiene lo que quiere, o que si no lo consigue lo arregla todo con un: “bah, si en realidad no me gustaba”. Si, soy de esas personas que con una sonrisa te regala más de lo que tu y tus besos le puedas prometer.
¿Sabes? Yo no puedo prometer nada a nadie. No me voy a dejar la piel en esto, ni mi saldo en llamarte a las tantas de la noche para decirte buenas noches princesa. Tampoco viviré de tus besos, ni de tus suspiros, ni de tus sonrisas. No seré el puto novio perfecto y no voy a dejarlo todo por la persona “¿afortunada?” (ya ves tu, como si yo fuera un premio del bingo). No te voy a regalar las rosas más bonitas por San Valentin, conmigo no verás ni una, ni chocolate. Voy a escribir cosas cursis, tal vez demasiadas; pero solo rozaras poesía barata de cualquier otro a la mia.Y aunque esto suene a capullada mía, es tan solo una carta de no-reclamación. No puedo ser lo que un día no prometí, la he cagado muchas veces.
More than words.
More than words.